Si te gusta el buen vino, y te decides a almacenar algunas botellas en casa, una de las mejores opciones que existen es disponer de una vinoteca. Con ella se acabaron las preocupaciones sobre las condiciones de temperatura y humedad en las que almacenas el vino ahora que llega el verano. Te mostramos todas las opciones del mercado.
Guardar un buen vino para las ocasiones en óptimas condiciones de almacenamiento en casa se ha convertido para muchas personas en un placer. Pero no todas disponen de una bodega o un sótano fresco y oscuro donde poder mantener las botellas unas semanas o meses o dejarlo envejecer sin problema a la temperatura adecuada, con la humedad justa, sin vibraciones y sin que la luz llegue hasta él.
De ahí el éxito que están teniendo las vinotecas entre los amantes de los caldos. Pero elegir un buen modelo requiere tener claras una serie de cosas…
Capacidad de la vinoteca
Es un punto importante, combinado con el espacio donde la ubicarás. En principio hay modelos a partir de 8 botellas, pero lo normal es que este tipo de vinotecas se queden pequeñas de corto a medio plazo. Mejor elegir una más grande.
Dónde ubicarla
No hay reglas fijas. La cocina o el comedor serían los sitios ideales, frente a terrazas y porches, que serían los peores. En un dormitorio, por ejemplo, el ventilador resulta demasiado ruidoso, y en un garaje, las vibraciones que produce el paso de vehículos podrían malograr un buen vino. La buhardilla podría ser un buen almacén de invierno, pero en verano acumulan demasiado calor. Una habitación sin calefacción y donde dé poco el sol es ideal. En cualquier caso, si la vinoteca se ubica en la cocina debe ser lejos del horno y del frigorífico, que emiten calor. Y mejor no encastrarla, si es posible, porque necesita una buena ventilación en la parte trasera.
Sistemas de ventilación
Las vinotecas van provistas de uno de estos dos sistemas de ventilación: compresor o sistema termoeléctrico. En principio, son los modelos de sistema termoeléctrico los que presentan más ventajas, ya que no producen vibraciones y el reducido tamaño del sistema permite modelos más pequeños. Pero tienen un gran inconveniente: dependen mucho de la temperatura exterior para mantener un clima adecuado para los vinos. Es decir, lo único que pueden hacer es reducir la temperatura ambiente unos cuantos grados, pero se muestra ineficientes en lugares donde las temperaturas superan los 26º C en verano.
Modelos con una temperatura o más
Hay vinotecas capaces de mantener los vinos a diferentes temperaturas en la parte alta o baja. No es ninguna novedad, ya que el principio de funcionamiento es el mismo que el de las neveras, donde la zona más fría se ubica abajo y la menos fría arriba. Si gran parte de tu colección de vinos son blancos, quizá te convenga comprar una de éstas. Los blancos, espumosos y rosados se ponen abajo y los tintos arriba.
Puertas de vidrio u opacas
Si quieres que la vinoteca pase inadvertida en el conjunto de la decoración, lo mejor es elegirla con puertas opacas. Pero si te gusta verla tal cual, tampoco te preocupes por la entrada de luz a través del cristal, ya que los nuevos modelos llevan tratamiento UV que impide su paso.
Consejos de mantenimiento
Cómo conservar el vino
Precios orientativos para vinotecas
Modelos básicos hasta 20 botellas. Existen modelos pequeños para ocho botellas desde 100 €. Incluso hay un modelo de Fagor para seis botellas por 135 €, pero cuando se compran vinotecas de tan escasa capacidad conviene testar bien si el gasto en electricidad compensa y si no acabaremos teniendo más vino fuera que dentro.
Modelos intermedios de 20 a 50 botellas. Los modelos intermedios para unas 30 botellas están en torno a los 450 €, mientras que para 45 botellas partimos de una base de 650 €.
Vinotecas grandes. Parten de una capacidad para unas 60 botellas (a partir de 750 € aprox.), pero pueden llegar a almacenar hasta 250 botellas. Los precios crecen de forma proporcional, y en los modelos más grandes superan los 1.600 €.
Fotografías: Liebherr, Delve, Creative Tops
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Publicado el: 06-06-2012 | Autor: María Tebar