Darse un baño de espuma es una de las actividades más placenteras y relajantes que existen, especialmente en verano cuando el calor aprieta y además de relajarnos nos refresca.
Pero si además esto lo podemos hacer en penumbra o a media luz, la relajación aumenta todavía más.
Las cortinas visten las ventanas pero rara vez aportan oscuridad, si acaso se limitan a velar un poco la luz del sol. Y las persianas exteriores llegan a oscurecer por completo la habitación.
Las persianas venecianas son este caso la solución ideal, ya que no solo nos generan la penumbra que necesitamos, sino que además nos permiten dirigir la luz.
Además, esta no tiene porqué ser el único vestido de la ventana, sino que puede ser solo una base sobre la que añadir visillos o cortinas que le den el toque romántico a la habitación.
Fotografías: Gradulux