En alguna ocasión ya hemos hablado de las enormes posibilidades estéticas que nos ofrece el color gris, un tono que puede combinarse con prácticamente todos los demás porque acepta a las mil maravillas cualquier combinación.
Además, aunque en alguna ocasión se ha considerado este color como un color triste, hace unas semanas hablamos de todas las razones que existen para no considerar que el gris no es triste.
Hoy os mostramos un comedor decorado con diferentes tonalidades de grises que se han incorporado al estilismo mediante los complementos textiles.
Sobre la mesa se han colocado de una forma muy divertida manteles, caminos de mesa e individuales, superpuestos unos sobre otros y cruzados, y sobre ellas encontramos servilletas, vajilla, cubiertos, velas y demás complementos necesarios para montar una mesa con todo lo necesario.
El blanco de la vajilla destaca sobre las tonalidades oscuras del gris y le aporta volumen a la mesa.
Fotografías: La Mallorquina