El salón que hoy os mostramos está decorado en tonos azules y rojos, una combinación cromática arriesgada, pero al mismo tiempo que aporta mucha alegría a la estancia y que empieza a introducirnos poco a poco en la nueva estación que está cada vez más cerca.
Sobre el sofá, tapizado en un tono gris muy neutro, encontramos una colección de cojines tapizados cada uno de ellos con un tejido y estampado distinto. Azul cielo, azul intenso, flores rojas, hojas blancas…
La ventana se ha decorado con un enorme cortinón de rayas rojas y blancas, y un estor estampado, coordinado con uno de los cojines.
Fotografías: Jane Churchill