Llega la primavera y empieza a apeternos llenar nuestro dormitorio de luz, de tejidos vaporosos y envolventes que favorezcan nuestro descanso para levantarnos con el mejor estado de ánimo y poder disfrutar así al máximo de los maravillosos días que nos trae la estación de las flores.
Los colores claros como los beoges, grises, tonos piedras... son los tonos ideales para vestir nuestro dormitorio durante el tiempo que dure esta estación, y para jugar con volúmenes y contrastes siempre podemos servirnos de las texturas de los tejidos, capaces de cambiar por completo la apariencia de cualquier superficie.
Fotografías: La Mallorquina