La semana pasada os mostrábamos una técnica decorativa que envolvía un salón en un halo de calidez y confortabilidad, no solo para nuestro cuerpo, sino también para nuestra vista.
Pero cualquier estilo o técnica decorativa se puede extrapolar a todas las estancias y elementos decorativos. Hoy es un dormitorio el que se viste de “abrazo”, para que nos sintamos cómodos en su presencia.
La parte más conocida de esta técnica decorativa recae sobre la cama, tapizada en piel de color blanco y con unas atractivas costuras, que forman el característico tapizado capitoné.
El dormitorio se compone de una gran cama con cabeceros abatibles, mesillas, un módulo sinfonier y un pie de cama. Todos estos elementos se han trabajado para conseguir una apariencia similar a la técnica del capitoné, con otros materiales.
Resulta un dormitorio acogedor, fresco y envolvente, en el que son solo mirarlo ya apetece descansar.
Fotografías: Tonincasa