Las celosías son un recurso que permite crear intimidad en el patio o jardín, sombrearlo ligeramente y protegerlo del viento y crear diferentes ambientes sin necesidad de separarlos por completo. Son muy útiles y socorridas para cualquiera de estos casos y además se pueden encontrar alternativas para todos los bolsillos.
Las celosías son tableros calados que se pueden poner también en terrazas, ventanas o balcones para dejar pasar la luz y el aire o ver a través de ellas sin que el interior permanezca al descubierto. Son un legado de los arquitectos musulmanes que ha llegado hasta nuestros días, y que hoy se utiliza sobre todo en espacios al aire libre.
Se ha extendido mucho su uso en los espacios urbanos para proteger áticos y terrazas de la excesiva visibilidad respecto a los edificios circundantes, ya que tienen una estética muy cuidada y no necesitan fijarse a otra estructura como el resto de los elementos de protección visual y sombreo (cañizo, brezo, mallas necesitan una valla metálica).
También existen unas celosías extensibles de uso exclusivamente ornamental, a menudo de chapa o plástico, que permiten cubrir las paredes con plantas trepadoras. Su precio varía según la medida pero parte de 12 € la medida de 1 x 2 m en Leroy Merlin.
Normalmente el material en que se fabrican las celosías para garantizar la intimidad en terrazas y jardines suele ser la madera, si bien se comercializan también modelos en plástico y otros materiales como la resina o incluso la chapa. Cualquiera de ellos resiste perfectamente la intemperie, aunque la madera puede requerir un tratamiento periódico.
Celosías de madera: puntos críticos
Si te decides por una celosía de madera, ten en cuenta que las hay de muy diferentes calidades. No es lo mismo instalar una gran estructura a base de múltiples celosías para dar intmidad a una gran terraza o una piscina que poner un solo panel en el jardín para delimitar visualmente dos zonas, permitiendo que suba por la celosía una planta trepadora.
La principal diferencia está en el tipo de madera. Lo ideal es buscar una estructura resistente hecha con una madera que incorpore tratamientos contra la intemperie, en especial, contra la humedad que provoca la pudrición de la madera. Por ejemplo, las maderas europeas, a menudo pino, tratadas en autoclave no vuelven a requerir ningún tipo de tratamiento, mientras que es posible que una madera tropical sí lo necesite.
También hay que evaluar el tipo de fijación de las lamas de madera. Es importante que si usan clavos o tornillería, ésta sea de acero inoxidable, para evitar que el óxido producido por la humedad termine deteriorando la madera. Algunos fabricantes prefieren engarzar las estructuras con colas marinas, para garantizar una fijación sin óxido.
El grosor de los listones es otro elemento clave. Un grosor a partir de 20 mm es lo más aconsejable.
Precios de las celosías de madera
Celosías de chapa y otros materiales
Las celosías también pueden estar fabricadas en otros materiales como el plástico. En este caso llevan una retícula muy inferior a la habitual en las celosías de madera. Resultan una opción muy económica y útil para delimitar una pequeña terraza que queda visible en algún punto desde la terraza del vecino.
Otra gran elección son las celosías de chapa perforada. Aunque las de malla muy cerrada o pequeños orificios se usan para delimitar vallas de jardines, en unión a los barrotes de hierro, actualmente se han lanzado modelos de gran interés decorativo. Es importante que se trate de hierro galvanizado y recubierto por una buena pintura que resista el óxido. También hay que fijarse en que lleve los bordes doblados para no resultar cortantes y para que no se inicie por ahí el proceso de oxidación.
Precios de las celosías de plástico y chapa perforada