Si mezclamos buena cocina, la aliñamos con bastante juego y diversión, un buen chorrito de originalidad y un abundante ambiente juvenil y distendido obtenemos como resultado La Gabinoteca, el restaurante madrileño de moda del momento por excelencia. Es el escenario perfecto tanto para sentarse a la mesa a degustar de una buena comida como para tomar una copa. Los mojitos están deliciosos, especialmente el de fresa.
La Gabinoteca es un nuevo concepto creado por los hermanos Redruello, Nino y Santi, quienes hace cuatro años pusieron en marcha el restaurante “Las tortillas de Gabino”, y que ahora se han unido a Hussi Istambuli, un aventurero que dejó el mundo del marketing, para embarcarse en este loco y divertido proyecto de restauración.
Desde luego, la originalidad y el buen hacer están servidos en este restaurante para el que hay que ir con tiempo si se quiere encontrar mesa, especialmente los viernes y sábados por la noche. La lista para entrar es brutal pero realmente la espera se compensa y con creces. Un detalle que lo demuestra: en cada mesa hay un aparatito que sirve para llamar a tu camarero personal, quien acude raudo y veloz en cuanto pulsas el botón, ya sea para hacerle una consulta o para pedir la cuenta.
El diseño del local, llevado a cabo por Ping Pong Arquitectura, llama la atención desde la misma puerta. Se trata de un espacio diáfano con dos alturas, donde la madera y el acero son los grandes protagonistas. Las enormes vigas barnizadas de obra crean gran parte del mobiliario y sirven también para separar los ambientes.
Cada mesa tiene personalidad propia. Puedes sentarte en un columpio que cuelga del techo sobre las escaleras, en un íntimo banco sumergido en la misma pared, en un pupitre con flexo incluido o en una mesa con una pizarra a las espaldas donde poder plasmar tus pensamientos. Cada rincón es diferente, singular y siempre divertido.
Y si de diversión hablamos, pasamos a describir la fantástica carta de este restaurante. Con nombres como “Bocata de calamares” … que lo hacemos con chipirones, Perrito caliente con Pedigrí o La carrillera de ternera como las hace Nino, la oferta gastronómica de La Gabinoteca es realmente única.
Se recomienda tomar tres platos, ya que se trata de raciones de tapa pero que os aseguro que no dejan con hambre a nadie porque son suficientemente abundantes, y terminar con un postre. Hay que seguir un original protocolo para hacer tu pedido y la elección de platos es difícil porque todo suena fenomenal.
Cada plato corresponde a un apartado de los 4 con que cuenta la carta completa: bajo el epígrafe de “Para empezar” hay que anotar la ensaladilla rusa con mayonesa de maíz; en el capítulo de “Continuamos”, recomendamos el tarrito de cristal con huevo, patata y trufa y el calabacín a la carbonara; y “Para terminar” las almóndigas caseras, caseras (no es una errata, son 'almóndigas' en lugar de 'albóndigas').
Además de la alta calidad organoléptica de todos sus platos, la presentación juega un papel fundamental en la Gabinoteca. Por ejemplo, las almóndigas te las traen en una sartencilla o el perrito caliente y la hamburguesa de rape vienen servidos en cajas como en un local de “fast food”.
Para elegir un buen caldo, tienes dos opciones: o dejarte guiar por tu camarero personal o seguir el juego que te proponen en la carta de vinos por el que, respondiendo a una serie de preguntas en función de si eres clásico o moderno, si te gusta el mar o la montaña, si prefieres a Dalí o Warhol, entre otras cuestiones, llegas al vino que mejor encaja con tu personalidad.
Para los postres dos recomendaciones: la crema de queso que aprendí en el restaurante Arzak, y me enamoró y el clímax de la diversión, el Juan Palomo... Ya sabes... que consiste en que te traen una cesta con ingredientes y tú lo diseñas como más te guste.
Ésta fue mi creación, es malísima, lo sé, pero me divertí muchísimo y estaba rica, rica!
RESTAURANTE LA GABINOTECA
Dirección: C/ Fernández de la Hoz, 53
28003 Madrid
Teléfono: 91 399 15 00
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Publicado el: 23-11-2010