El color negro combinado con el amarillo producen uno de los mayores contrastes cromáticos. Esa es la razón por la que a algunas personas no les gusta esta combinación de tonalidades, ya que produce demasiada tensión, y la misma razón por la que a otros les encanta, porque les gustan los espacios vibrantes.
El amarillo tiene muchísima fuerza, por esa razón se ha utilizado con muchísima mesura, dándole presentacia únicamente con un pequeño cojín apoyado en la butaca. El negro sin embargo aparece prácticamente por toda la estancia, suavizado en ocasiones y convertido en gris.
Fotografías: Jane Churcill