De igual forma que ayer os mostrábamos los grandes cambios que se podían llevar a cabo en el dormitorio solamente cambiando los complementos textiles, hoy le cedemos el protagonismo al salón, y os mostramos como esos cambios también son posibles en esta estancia.
El primer salón presenta una base blanca, paredes, puertas, suelo, techo… y sobre ella se incorporan complementos textiles en tonalidades neutras, con algunas pinceladas de gris y alguna licencia de color en forma de amarillo y verde.
Una armonía cromática que rompe totalmente con estae radical cambio de concepto. Tan solo cambiando los textiles hemos pasado de un espacio armónico y calmado, a otro mucho más vital, alegre y divertido.
Las cortinas que antes presentaban un apagado color gris son ahora el principal foco de atención de la estancia gracias al intenso color naranja que las viste, lo mismo que ocurre con el resto de los complementos textiles, que han pasado de ser accesorios completamente planos, a generar un volumen espectacular.
Fotografías: Ikea