El jardín en verano necesita cuidados especiales, que le puedes prodigar sin gran esfuerzo. Durante esta época, el riego diario y el abono periódico son fundamentales, pero también hay que prever la salida de vacaciones… Si durante la primavera tus plantas te están dado tantas alegrías, échales una mano para que sobrelleven lo mejor posible los calores del verano.
Una vez terminada la primavera, el jardín puede seguir luciendo espléndido unos meses más. Eso sí, necesitas cambiar de estrategia y "escuchar", como decía el famoso padre Mundina, lo que te piden tus plantas. Algunas, como los rosales y los crisantemos, te pedirán desbotonado periódico para seguir regalándote flores; la pradera te exigirá recortes periódicos pero menos apurados y riego diario incluso más de una vez al día; todas necesitarán que planifiques su supervivencia y nutrición antes de partir de vacaciones…
Riegos y abono
Si la jardinería es una afición que cada vez te "engancha" más, sin duda necesitas instalar algún sistema de planificación del riego, bien sea por aspersores o por goteo. Lo agradacerás durante las vacaciones, pero también a lo largo de la temporada. Necesitas un programador de riegos, y tener en cuenta que el césped necesitará, según el clima, uno o dos riegos diarios, siempre a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando el sol no pueda quemar la hierba mojada a través de las pequeñas gotas que actúan a modo de lupa… Aunque te parezca que es complicado, lo cierto es que cada vez más las grandes firmas de utensilios y sistemas para jardinería como Gardena disponen de sistemas pensados para la autoplanificación y automontaje: asesórate.
Abonar las plantas se convierte en una tare muy necesaria durante la primavera y el verano. Tendrás que hacerlo una o dos veces por semana, cuidando especialmente el abonado periódico de las plantas en flor. Pero, ojo, reduce la frecuencia de abonado justo antes de irte de vacaciones para que necesiten menos agua, si no tienes un sistema de riego que la asegure a demanda. Recuerda que las plantas ácidas precisan abonos especiales que acidifiquen el suelo y le resten alcalinidad (por ejemplo, hortensias, azaleas, magnolios, rodondendros…). Los abonos líquidos están en torno a los 10-12 € el bote, mientras que los clavos cuestan 4 €.
Si tienes un número de macetas relativo, quizá durante las vacaciones te apañes con algún sistema de conos de arcilla conectados a bidones de agua (unos 4 € cada 3 unidades) o con las modernas bolsas que hidratan y nutren las plantas al mismo tiempo. Prohibido meterlas en casa en la oscuridad, porque tambien necesitan luz: ¡no lo olvides!
Mantenimiento del césped
Tener césped en el jardín es una bendición porque el frescor que desprende la hierba en los momentos de calor es inigualable, y puede contribuir a reducir algún grado la temperatura en verano a tu alrededor. Pero en verano, es necesario hacer riegos más frecuentes y también segar más a menudo. ¡Atención a dos errores muy comunes!
Otra práctica interesante es el mulching o acolchado, que consiste en dejar caer parte de la hierba cortada sobre la pradera para que forme una capa protectora de la humedad del suelo y de escudo frente a los rayos del sol y el calor. Muchos coracésped incluyen la doble opción de cesta para recoger la hierba cortada o triturado de la misma para hacer mulching.
Un buen coracésped, con batería de litio, como el Rotak de Bosch, cuesta a partir de 399 €. A partir de 50 €, uno sencillo de tipo eléctrico.
Desbotonado de flores
Las plantas de flor necesitan un desbotonado (retirada a mano de las flores secas) para seguir dando nuevos capullos. Ni te molestes en hacerlo con tijera, porque basta con romper el tallo justo en la base de la flor. Rosales, margaritas, crisantemos y familia, clematis… Todas estas plantas de flor te lo agradecerán.
Acolchado de macetas y jardineras
Muchas plantas necesitan que abrigues sus raíces y libres al sustrato que las rodea de la deshidratación: ocurre así con el magnolio y la clematis, por ejemplo. Pero en general cualquier planta te agradecerá que cubras su superficie con un acolchado. Puede ser de corteza de ábol, que es orgánico y mantiene constante la humedad de la tierra, o de grava, pequeñas piedrecitas, conchas, etc. Un saco de 50 litros de corteza de pino marítimo sale por unos 12 €.
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Categorías: Exteriores
Publicado el: 07-06-2013 | Autor: María Tebar