Hoy en día vivir en un loft es sinónimo indiscutible de diseño. Empezó siendo una alternativa económica a la vivienda tradicional, pero a día de hoy se ha convertido en un lujoso modo de vida. Pabellones industriales o bajos inutilizados se han convertido en la cuna del diseño.
Pero es posible que aquellos que se encuentren ante la perspectiva de la decoración de un loft, lo hagan con las dudas que atormentan a cualquier persona que se dispone a decorar su nuevo hogar, sumadas a las que supone decorar un espacio poco conocido. Y es que aunque los loft salpican todas las ciudades desde hace ya varias décadas, como todo aquello que supone innovación, requiere de un considerable periodo de tiempo de adaptación.
Se trata de espacios grandes, en los que el aire industrial es el protagonista del espacio. Los techos altos son su huella personal, y por ellos discurren instalaciones que, como las del aire acondicionado, lejos de disimularse, se potencian convirtiéndolas en focos decorativos absolutamente relevantes.
Los materiales fríos contribuirán a la conservación de ese aspecto industrial que inicialmente se respiraba en la nave. Gracias a su brillo y a la ausencia de juntas, los suelos de cemento pulido, ayudan a amplificar espacios. Para distinguir las “estancias” de un loft, se puede optar por usar diferentes tonalidades para teñir el suelo de cemento. Para potenciar el estilo industrial, la combinación ideal, son los suelos de cemento pulido con vigas de hierro. Ambos materiales son extremadamente fríos de sensación, por lo tanto debemos poner espacial atención a los colores y materiales que usemos en el resto de la decoración.
La distribución interior generalmente se lleva a cabo mediante una estudiada disposición de los muebles, los tabiques son inexistentes, a excepción del que separa el cuarto de baño. Las separaciones se podrán llevar a cabo mediante mamparas de cristal, paneles de papel, biombos, o la simple trasera de un armario puede ser separador suficiente. Todos los lectores de Decoestilo son ya profesionales de la separación de ambientes.
Es aconsejable utilizar una paleta cromática reducida, pero de colores muy intensos. En la cocina y el baño, son adecuados los colores brillantes, como rojos, naranjas o verdes, que contrastarán con la frialdad del hormigón y además potenciarán esa sensación de lugar aséptico que debe inundar los lofts. En las zonas de estar es preferible utilizar tonalidades más frías y suaves.
Debido a la frialdad de los suelos de hormigón, las alfombras son fundamentales, a su cargo podemos dejar la tarea de poner el punto de color al salón o dormitorio y además, por medio de ellas también conseguiremos separar visualmente cada espacio.
Respecto a los muebles, pocos y grandes. La colocación de una cantidad excesiva de piezas dará como resultado un aspecto desordenado, ya que veremos todos de un solo golpe de vista.
Un loft debe dar sensación de vacío, de pocas cosas, de poco tiempo, de vida rápida, de mucho trabajo… de vida actual.
Fotografías: Ferlund+Logan, Slade, Crepain Binst, David Howell
Por Olaia Pellón
Más artículos de: Ideas y tendencias
Publicado el: 02-05-2008 | Autor: Olaia Pellón