Es una noche mágica, noche de brujas. Una noche de rituales y fiestas, una noche de duendes, de sueños, de deseos… pero sobre todo es una noche de fuego, de calor y de luz. Es el festival del fuego por antonomasia.
Una noche en la que accedemos a un mundo mágico en el que los sueños se hacen realidad. El 24 de junio es la festividad de San Juan. Se celebra el solsticio de verano, es el día más largo y la noche mas corta, razones de más para disfrutar plenamente de este día.
Al caer la noche tras el 23 de junio, comienza la celebración, que tendrá lugar al aire libre, en torno al fuego, sobre la arena de la playa y bajo las distintas tonalidades de azul que el cielo nos dejará admirar a medida que la noche se vaya adentrando.
La decoración de San Juan tiene su punto álgido en la luz. El intenso azul del cielo al anochecer es el marco perfecto sobre el que se refleja ese fuego embriagador, que transformará el paisaje convirtiéndolo en romántico, seductor, mágico, profundo…
La playa es el punto de encuentro, el lugar donde acontecerán todas las celebraciones, y la decoración es fundamental para conseguir ese perfume evocador que buscamos para dar la bienvenida al verano, y a todo lo que traerá consigo…
El fuego es el anfitrión de la jornada, y deberemos regalarle el emplazamiento perfecto. La arena de la playa es la base para las enormes y tradicionales hogueras de San Juan, pero esta noche el fuego también puede estar presente en pequeñas dosis.
Antorchas, velas, pebeteros… el diseño se adentra en la espiritualidad de la noche, convirtiendo pequeñas llamas de luz en objetos de obsesiva atracción.
Es una fiesta en comunidad, una fiesta de amigos, de compañeros… una fiesta en la que la belleza inunda cuanto el fuego alumbra, porque la penumbra y la llama resaltan y ocultan cada elemento en su justa medida, para que nuestra mente solo sea capaz de percibir aquello que merece la pena admirar. Bajo la influencia del fuego, todos pareceremos mucho más guapos.
Por eso, aunque no tengamos la privilegiada posibilidad de celebrar esta noche pisando la arena, el fuego debe acompañarnos allá donde estemos, iluminando esta triunfal entrada estival.
La magia de la noche y la profundidad del color, propiciarán encuentros románticos que se alargarán hasta el amanecer. La playa será la base sobre la que diseñar un ambiente armonioso y sofisticado, en el que la luz jugará un papel fundamental.
La noche de San Juan es mágica porque supone el comienzo de una época del año ansiada por todos. Con el fuego como anfitrión, en cada lugar se celebra de una forma distinta, saltando la hoguera, pisando las brasas, quemando malos recuerdos…
…yo también lo celebraré acompañada del fuego… soplando las velas de mi tarta de cumpleaños!!
Fotografías: Gandía Blasco, Unopiu y Royal Botania
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 19-06-2009 | Autor: Olaia Pellón