Un dormitorio se puede decorar de muchas formas, según nuestros gustos y nuestro estilo personal, pero sea cual sea nuestra elección, una de las cosas que debe trasmitir es frescura, para que nuestro sueño y nuestra estancia sea más agradable, placentera, y nuestro despertar sea luminoso y envolvente.
En este dormitorio se ha conseguido en gran parte gracias al enorme ventanal con el que cuenta, por el que se cuela un enorme chorro de luz que nos acaricia al despertar.
Además, los colores blancos, grises y platas contribuyen a aportar esa sensación fresca que nos invita a acurrucarnos entre las sabanas, mantas, cojines y plaids.
Y por supuesto el diseño de los muebles es fundamental. En este caso la suavidad y la ligereza de las formas hacen que todo parezca mucho más etéreo.
¿No os apatece dormir en este dormitorio?
Fotografías: The White Company