La pared principal del dormitorio es generalmente aquella sobre la que se apoya el cabecero de nuestra cama, y sobre él solemos decorar algún tipo de decoración más o menos original o atrevida en función del estilo imperante o de nuestra propia imaginación.
Un cuadro u obra de arte suele ser el recurso más utilizado, pero hay muchas más posibilidades…
Un espejo también es una buena opción, y si además como en este caso rompe con la geometría del resto de los elementos, destacará especialmente de entre el resto de la decoración.
Pequeños espejos con diferentes marcos formando una composición es una opción perfecta para dormitorios de estilo romántico y femenino.
De nuestros viajes por el mundo siempre nos gusta traernos algún recuerdo, y precisamente esa pared puede ser el lugar perfecto para albergar esos recuerdos o alguna artesanía.
Una secuencia de fotos familiares puede ser un bonito recurso decorativo precisamente para este espacio tan personal de la vivienda.
Y si echamos la imaginación a volar siempre podemos crear nosotros nuestro propio elemento decorativo, como este perchero que cargado de sombreros se convierte en un objeto de decoración de lo más creativo y original.
Fotografías: Potterybarn