La comida mexicana me encanta. La buena, y también eso que llamamos aquí comida mexicana: es decir, en cualquiera de sus variedades me gusta. Sin embargo, antes de comer la de franquicias que la han reducido a comida basura, cuando me apetece mucho, pero mucho, hacerla en casa y no quiero dejar de comer sano, preparo esta adaptación, que es muy ligera. Casi, casi, es otra forma de comer una ensalada, por los ingredientes, pero haciéndola así no lo parece.
De hecho, te puedes dar el gusto de tomar comida casi-mexicana, pero sin ningún remordimiento. Los ingredientes frescos evitan todas las grasas que se añaden al freírlos en la receta original. Si además, preparas tú la salsa de tomate, y haces el guacamole como te indico, la única precaución será no ponerle demasiado a cada fajita, porque descubrirás que es muy fácil y rápido de preparar, y no volverás a comprarlo envasado.
Fajitas mexicanas (sin tortilla)
Ingredientes (para 2 personas)
Para el guacamole
Preparación
Picar en tiras todas las verduras excepto el cogollo de lechuga. Cortar el pollo en tiras y cocinar a fuego medio, hasta que esté dorado. Servir como unas fajitas normales, pero utilizando las hojas de lechuga en lugar de tortillas.
Para el guacamole: Poner la pulpa del aguacate en un bol, mezclar con el zumo de lima y aplastar bien con un tenedor, hasta que quede una pasta sin grumos. Añadir la cebolleta y el tomate picado en trozos muy pequeños, mezclar bien, salpimentar, añadir unas gotas de tabasco, y unas hojas de cilantro picado, al gusto.
Acompañar con salsa de tomate picante –añadiéndole un poco de cayena molida o unas gotas de tabasco al gusto- y con el guacamole.
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Publicado el: 15-04-2012 | Autor: Macu Higueras