Esta semana os acercamos hasta nuestro rincón de invitados al estudio de diseño AGV; diseño, coherencia y honestidad, así es como se definen ellos y nos lo hacen saber a través de esta entrevista.
Detrás de un diseñador industrial… adivino un alma inquieta… ¿he acertado?
De pleno, no puedo imaginarme estar en un lugar sin saber como se ha fabricado cada objeto. O en un edificio, sin analizar su concepto de diseño, sin plantearme si puede ser mejorado. No creo que exista ningún diseñador al que realmente le guste y viva su trabajo, que no le ocurra esto.
En 2003 funda el Estudio AGV, pero su relación con el mundo del diseño viene de mucho más atrás. Cuando alguien se decide a montar su propia empresa, siempre busca la manera de diferenciarse de los demás. ¿Qué tiene AGV que no tuvieran el resto de empresas en las que ha trabajado?
He trabajado en empresas con características diferentes dentro del mundo del diseño. He formado parte de ingenierías más técnicas, que visualizan el diseño de forma más industrial, en estudios de diseño demasiado arraigados con determinadas empresas, por lo que se pierde la frescura y acabas viendo un objeto de forma muy industrial y mecánica.
Lo que si he tenido es una relación profunda con departamentos técnicos de bastantes empresas, con sus sistemas de fabricación, con el mundo de la empresa. Después de todo eso, un día pensé que tras todo ese aprendizaje podría existir un proyecto propio, una mezcla de diseño, de conceptos estéticos con realidades de cada empresa, de cada mercado.
No tenemos recetas mágicas, solamente aplicamos una larga experiencia en sistemas de fabricación y conocimiento de mercado, pero sobre todo de diseño coherente. Los objetos deben de ser equilibrados. Es fácil hacer creaciones demasiado espectaculares, pero con poco argumento, sin recorrido. Lo difícil es hacer diseño coherente.
¿Qué parte de un diseño de AGV corresponde al cliente y cual al diseñador?
Generalmente debe de ser un trabajo compartido. Cuando un cliente analiza bien el mercado y sus necesidades y plantea un briefing coherente, los cimientos están puestos. Queda luego la parte creativa y formal. La cara y los ojos del objeto. Las dos partes son importantes, deben convivir necesariamente.
Según sus propias palabras, la silla mimosa nació mientras jugaba con un papel. Me da miedo darle según que cosa para que se entretenga… ¿El diseño nace de algo tan “superficial”? ¿El diseño es algo inesperado?
Puede ser inesperado. Puede nacer de algo, yo no lo llamaría superficial, sino todo lo contrario, de algo simple, puro, de una geometría básica. Por ejemplo en la arquitectura románica se empleaban básicamente rectas y medios círculos.
Concretamente con el proyecto Mimosa, la experiencia fue muy bonita. Estaba un día con mi amiga y colaboradora Arantxa González de Heredia. Sinceramente no recuerdo con que proyecto estábamos trabajando, pero si recuerdo que había post-it amarillos en la mesa, se dobló uno, luego otro, era muy divertido y de repente Ohhh ¡apareció un proyecto que tenía fuerza! Nos dimos cuenta que algo había nacido. En sólo unos segundos me pasó por la cabeza como poder fabricarla, los moldes a emplear, como estructurarla,…. Esto no es casualidad. Los diseñadores, aunque no nos demos cuenta, tenemos la suerte de tener la cabeza llena de inquietudes, de ideas, de proyectos sin resolver, guardados en nuestro inconsciente
De repente en un solo instante confluyen en el inconsciente varios aspectos y un estímulo exterior. Un estímulo visual o un recuerdo y …. ¡Magia!. La verdad es que debemos de tener ese punto de locura, sino seríamos notarios, o administrativos. Que aburrido ¿no?
Completamente de acuerdo, aburridísimo. Supongo que ese juego con un papel que culmina en el diseño de una silla es solo el principio de un largo proceso que concluye cuando tenemos la creación ante nuestros ojos. ¿Cómo es ese proceso? Podríamos decir que es el trabajo “sucio”… ¿o por el contrario es una parte apasionante del diseño?
De alguna manera es algo más rutinario, sin dejar de ser importantísimo y necesario, pero carece de la magia de la fase de diseño, de dibujo y de creación. Pero yo creo que tiene su parte buena y es que en el desarrollo técnico y constructivo colaboras con los equipos de i+d de las empresas, aprendes mucho a nivel técnico y sobre todo con el trato humano.
Con el paso del tiempo y de diferentes proyectos, tengo la grandísima suerte de tener, bonitas amistades en departamentos de i+d, en empresas con las que he colaborado. Existe otra anécdota muy bonita…
¡Cuéntame!
Un día, casi sin quererlo, me compré un barco de época, pero “hundido “. Se acababa de hundir unos días antes y el reflote era todo un reto. Nos costó cuatro días de aventura y buceo, pero al final lo conseguimos. El experto en buceo que dirigió el rescate, es mi amigo Adolfo, ingeniero en diseño de Ofita. Es un símil, que puede equiparase al diseño de productos, tu planteas un reto, un diseño, una ilusión y te pones en manos de personas, sin las cuales sería imposible la realización de ningún proyecto. Debe de ser un equipo, el creativo y el equipo humano de los departamentos de i+d.
Desde sus comienzos han querido dejar muy clara su buena relación con el medio ambiente. En tiempos como los que vivimos, es algo muy a tener en cuenta. ¿Cómo reaccionan sus clientes al saber el alto porcentaje de material reciclable que lleva cada producto? En concreto la silla Gosth está realizada por completo con materiales reciclables. Deben sentirse reconfortados al saber que contribuyen a cuidar el medio ambiente ¿no?
Es nuestra obligación, con nuestro entorno, con el lugar que dejamos a nuestros hijos, plantear diseños y proyectos lo más ecológicos posible. Unas veces se puede y otras no en el grado que me gustaría, pero por lo menos intentarlo. Por ejemplo la silla Gosth de Zess es un proyecto en el que sólo se emplea madera certificada, acero y pintura de epoxy, no tóxica. Son elementos totalmente reciclables.
Hay fabricantes que lo entienden y se involucran y otros no tanto, pero cada vez la conciencia en este tema es mayor. Debemos aprender del diseño nórdico, que en estos temas nos llevan mucha ventaja. De todas formas yo creo que es un poco el estilo de vida de cada persona. Concretamente, yo vivo en un pequeño pueblo medieval, muy cerca de Vitoria, rodeado de montes y de un maravilloso lago. Soy muy afortunado de poder convivir con el mundo loco de las tecnologías y con una vida entre bosques infinitos, calles medievales y tranquilidad.
El año pasado vio la luz la colección “S2”, creada para espacios de trabajo. Generalmente en el trabajo se pasan muchas horas y es importante tener el mobiliario adecuado. ¿Existe el equilibrio perfecto entre estética y funcionalidad? ¿Los muebles se diseñan para nosotros… o somos nosotros quienes debemos acostumbrarnos a ellos?
Hay dos tipos de muebles y de objetos en general:
1 - Los que se diseñan para cumplir el mayor número de necesidades y funciones posible, sin perder de vista su diseño, como puede ser el caso de S2 de Bior. Esta
colección tardó en ver la luz 2 años y medio. Fue un duro trabajo de análisis, diseño, creación y una gran carga de ingeniería, tanto para nosotros como para Bior. Basta con decir que mi mesa, en la yo trabajo es una mesa S2 de madera. Quedé encantado con esta colección.
2 - Existen también los objetos, que al ser tan bellos, verdaderas obras de arte, se les perdona un poco alguna carencia en su función. Ray y Charles Eames diseñaron en los años 50 sillas que siguen siendo un referente. Se siguen vendiendo. Son obras de arte. Puede ser que no sean las más cómodas del mundo pero son verdaderas esculturas. Otro ejemplo puede ser un Ferrari o un Aston Martin. Son piezas envidiadísimas, pero incómodas. Seguro que cuando vas conduciendo un Ferrari en la carretera que rodea el lago Di Como, una mañana soleada de mayo, de lo último que te acuerdas es de esa “poca funcionalidad” de este coche mal diseñado. Pero este tipo de diseños consiguen transmitir “sensaciones”.
¿En que se basa el diseño de AGV? ¿Qué buscáis con cada creación? ¿Se diseña para alguien en concreto, para un lugar o para un espacio? ¿Quizá esos límites perjudican la creatividad del diseñador?
Nuestro diseño tiene muy pocos objetivos, pero necesarios e importantísimos. El proyecto perfecto es el que perdura en el tiempo y se sigue vendiendo. Si se consigue hacer un “clásico” lo has conseguido. Has mezclado con éxito, diseño, función, coherencia, honestidad contigo mismo y con el fabricante. Si haces todo esto, consigues diseños redondos, equilibrados, que emocionan.
Si se diseña con la fórmula anterior, seguro que esa colección funciona en cualquier espacio, pero por lo general son los propios fabricantes los que te encaminan hacia una dirección concreta y eso recorta la libertad de creación.
Hasta el momento os habéis especializado en zonas públicas, exteriores y espacios de trabajo. ¿Os planteáis ampliar vuestro campo de actividad, por ejemplo a espacios interiores o viviendas? ¿Objetos más cotidianos, accesorios de decoración?
Este año presentamos colecciones para entornos de hogar. Incluso en estos momentos estoy realizando un proyecto de diseño de interior. Es un mundo apasionante.
¡Ya lo creo! Pero bueno que le voy a decir yo… ¿Le gustan sus creaciones? Por supuesto a quien tiene que gustar un diseño es al cliente o al mercado a quien va dirigido eso está claro, pero supongo que es complicado crear algo que no te guste…
En la casi totalidad de los casos si que me gustan mis diseños, si lo analizo como cliente final. Pero hay casos que los fabricantes te piden completar colecciones con versiones que aunque desde el punto de vista del diseñador sean correctas, elegiría para mi espacio personal otra variante de la misma colección.
Sabemos que este año AGV tiene varios proyectos entre manos. ¿Qué espera de ellos? ¿Nuevos productos… nuevas técnicas…ampliación de mercado… un público diferente?
Sólo espero seguir trabajando con coherencia y honestidad. Experimentar y seguir evolucionando. Si es así el reconocimiento es una realidad. Tengo la suerte que mi trabajo es una pasión, un hobby eterno.
Es afortunado por ello, le felicito. Ha sido un verdadero placer charlar con usted. Estamos ansiosos por ver lo que nos depara el futuro de AGV. Le deseo suerte en sus futuros proyectos.
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Publicado el: 04-10-2010 | Autor: Olaia Pellón