¿Un huracán? ¿Un mar embravecido?¿Burbujas de espuma?¿O quizás, como su nombre sugiere, un sofisticado bouquet de flores? Eso habría que dejarlo a la imaginación de cada uno, pero descubrir el enigma, en el fondo, no es lo importante. Lo fundamental es que la imagen de la alfombra Bouquet, de Jordi Labanda, es bella, sugerente y evocadora... Y que la podemos disfrutar, como si de una obra de arte se tratara, en nuestro hogar, colgada de una pared o a nuestro pies.
Las intrincadas espirales que se enlazan, tocan y escapan, topan con un fondo liso que da a la composición el punto justo de equilibrio, al combinar conceptos contrapuestos como movimiento y quietud o turbulencia y serenidad.
Otra mirada al dibujo, que se dibuja en relieve sobre un fondo monocromo, bien nos podría recordar los ornamentos florales de un sofisticado traje de alta costura. El hecho es que la alfombra Bouquet transmite y tiene una fuerza especial, que nos permite dar un toque personal y único en casa.
Con la misma fuerza, pero muy distinto aire, se muestran las distintas versiones de este modelo, disponible en cinco colores: Lilac, Roses, Iris, Gold y Orchid.
La alfombra Bouquet presenta, asimismo, un tacto suave y agradable, derivado de una confección cuidadosa en lana de Nueva Zelanda.