El dormitorio es lugar de descanso y relajación, además del espacio más personal de la casa. Mantenerlo siempre recogido, limpio y con buen olor es de una importancia extrema. Así, llegar a él a recargar las pilas cada noche será uno de los mayores placeres del día.
Cada día nos levantamos con prisa para salir a nuestros quehaceres cotidianos y da pereza ponerse a recoger el dormitorio. Sin embargo, merece la pena levantarse 10 minutos antes para encontrarlo organizado y limpio cuando vuelvas del trabajo. Además, al menos dos veces al año necesitarás realizar una limpieza a fondo.
Limpieza y orden diario del dormitorio
- Abre la ventana para ventilar 10 minutos, y si te gusta pon sobre el alféizar las sábanas, edredón y alomohadones para que se aireen. Una persona pierde de media 1/2 litro de transpiración durante la noche por lo que no es aconsejable hacer la cama inmediatamente al despertarnos. Ventilando consigues que los ácaros no se reproduzcan ya que prefieren ambientes cálidos y húmedos.
- Sacude la sábana bajera y estira bien para que no queden incómodos pliegues. Luego sigue el ritual de hacer la cama y remeter bien las sábanas o el edredón para que no se muevan durante el sueño. Cambia la ropa de cama de forma periódica y lávala a temperaturas elevadas si hay personas enfermas en casa de esta manera evitarás que se reproduzcan las bacterias y gérmenes.
- Retira de la habitación la ropa que necesita lavado y guarda en el armario bien doblada o colgada de una percha aquella que puedas ponerte de nuevo sin lavar.
- Cada dos días pasa una bayeta de microfibra húmeda pero bien escurrida (si tienes poco tiempo, una toallita atrapapolvo en seco) por las mesillas, las lámparas de noche, el cabecero de la cama y demás superficies, incluido el televisor si lo hubiera.
- Sacude las alfombras y aspira la habitación mínimo 1 vez por semana.
- Limpia los cristales y el espejo con un producto específico tantas veces como lo consideres necesario cada mes.
Limpieza de temporada del dormitorio
Una limpieza integral del dormitorio exige disponer al menos de un par de horas por delante. Se puede realizar dos veces al año o al inicio de cada temporada. Se trata de limpiar a fondo todos los rincones de la habitación y vaciar el armario.
- Recoge toda la ropa que esté desperdigada por sillas o percheros en el dormitorio. También la ropa de cama y los visillos, estores o cortinas. Pon tantas lavadoras como necesites con todo ello.
- Retira los muebles de los lugares en que están alojados. Utiliza una bayeta de microfibra húmeda pero muy escurrida para ir limpiando el polvo exhaustivamente de todas las superficies, pero también de los recovecos, molduras, etc. de los muebles y puertas. No te olvides de la barra de la cortina y del cajón de la persiana. Necesitarás mojar y escurrir la bayeta cada poco tiempo, y probablemente uses varias.
- Pasa la aspiradora por toda la superficie e insiste en los rincones. No te olvides poner la boquilla fina al aparato para aspirar por encima de los rodapiés. Con la boquilla para tapicerías (suele ser la triangular pequeña) limpia muy bien la superficie del colchón.
- Retira los cuadros y límpialos bien por todos lados, incluida la trasera. Limpia con cuidado las lámparas de noche y las bombillas, así como los cables de despertadores, luces, televisores que arrastren por detrás de muebles y mesillas. Con una escalera, accede también a la lámpara de techo si la hubiera para eliminar el polvo que se haya posado sobre ella.
- Examina los techos y los rincones, y pasa una escoba envuelta en un trapo o una mopa para eliminar posibles telarañas. Si quieres echa un poco de insecticida suave en los rincones más inaccesibles.
- Limpia las ventanas con agua y alcohol de quemar a partes iguales o bien con limpiacristales. Utiliza trapos de algodón que no suelten pelusa o bien papel de periódico.
- Empléate a fondo con el armario. Vacíalo y limpia con bayeta húmeda con una pizca de vinagre rebajado con agua y ve secando con un trapo para poder introducir de nuevo toda la ropa y los complementos. Aprovecha para sacar todas aquellas prendas que ya no te pongas.
- Pon ropa de cama limpia, cuelga los visillos aún húmedos para que terminen de secarse solos y perfuma ligeramente con tu ambientador o perfume favorito.
Dará gusto entrar y oler a limpio…
Fotografía: Ikea
Más artículos de: Hogar Sano
Categorías: Limpieza
Publicado el: 27-02-2012 | Autor: María Tebar