Hay entornos más o menos propios para la Navidad, y el que hoy os mostramos es uno de los que más se acercan a la Navidad tal y como se concibe desde sus orígenes, un pajar.
Un portal, un granero o un pajar fueron los escenarios originales que dieron lugar a la Navidad, y por esa razón la decoración navideña se adapta a la perfección a este entorno.
Fardos de paja, madera rústica, enormes portones, escaleras rudimentarias, ladrillos vistos… estos son los elementos que conforman el escenario sobre el que se ha dispuesto la decoración navideña, en la que el peso está marcado por el color rojo.
El abeto natural está decorado con adornos clásicos, renos, corazones, figuritas de Papa Noel, estrellas, bolas…
Tejidos de diferentes texturas y estampados invernales dan lugar a cojines, mantas, plaids y otros complementos textiles, que hacen más confortable el ambiente.
Fotografías: Ikea