Hay muchas posibles distribuciones por las que optar a la hora de diseñar nuestra cocina. Desafortunadamente en muchos casos no somos nosotros sino el espacio disponible quien toma la decisión de optar por una u otra.
Las cocinas distribuidas en isla son quizá las más cómodas a la hora de trabajar, pero también las que más espacio necesitan.
Los muebles altos y la mayoría de los electrodomésticos se sitúan pegados a las paredes, mientras que es en la zona central de la cocina donde se sitúa la isla.
Generalmente se trata de un elemento cuadrado o rectangular, con el extractor de humos colocado sobre ella. Debajo podemos encontrar cajones o zonas de almacenaje para tener todos los utensilios a mano cuando estamos cocinando.
Pero si el espacio nos lo permite, también la zona de fregado puede estar situada en la isla. De esta manera, quedarían perfectamente delimitadas las dos zonas de la cocina. La de trabajo en la zona central, y la de almacenaje alrededor de esta, sobre las paredes.
Fotografías: Xey, Ernesto Meda y Forlady