Cada vez es más frecuente encontrarnos con cocinas que no se encuentran en una estancia cerrada, sino que se encuentran en una pequeña zona dentro de un espacio más grande que también acoge otras estancias del hogar, como en este caso es el salón y el comedor.
De esta manera, las estancias que generalmente utilizamos durante el día, pasan de ser "compartimentos estancos", para conformar un espacio multifuncional en el que compartir momentos y actividades con el resto de miembros de la familia.
Quien recoge o friega los platos no se aísla en la cocina mientras lo hace sino que comparte espacio y momento con quien se afana por limpiar el polvo en el salón, trabaja sobre la mesa de comedor o desarrolla cualquier otro tipo de actividad.
Fotografías: Teyoland