El otoño ha llegado para quedarse, debió venir mucho antes pero se hizo esperar, cosa que agradecimos enormemente, pero la tregua se acabó, los termómetros marcan desde hace días un notable descenso de las temperaturas, los paisajes se han vuelto grisáceos y en algunos escaparates vemos cómo la navidad se asoma tímidamente.
Y con la llegada de este tiempo recuperamos algunas actividades que dejamos relegadas durante el verano, como por ejemplo las reuniones con amigos al calorcito del hogar, uno de los planes más entrañables y divertidos que tiene el invierno.
Un grupo de buenos amigos, una mesa, una buena conversación y el relax que aporta el hecho de saber que al día siguiente no hay que madrugar. Una actividad que puede complementarse con un partido de futbol o una película interesante.
Para mejorar el momento solo tenemos que trabajar un poco qué es lo que nos llevaremos a la boca durante esa reunión informal. Y precisamente por esa informalidad que domina estos encuentros, la comida es realmente sencilla de preparar.
Las cenas de picoteo reinan por encima de platos elaboradísimos que requieren largas horas en la cocina. Solo necesitas un poco de imaginación, conocer los gustos de tus amigos y unos recipientes bonitos para que sea lo que sea lo que vayáis a comer, puedas presentarlo de una forma original.
Fotografías: Pottery Barn
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Categorías: Organización de eventos
Publicado el: 14-11-2014 | Autor: Olaia Pellón