A algunas personas les gusta pintar y decorar de un color diferente cada una de las estancias de su hogar, creando así ambientes muy dierenciados entre sí.
Sin embargo, pasar de un lugar decorado en unos tonos, a otro decorado con otros tonos radicalmente diferentes produce contrastes muy duros que crean fatiga visual.
Para evitarlo, es recomendable incluir colores de contraste en una y otra estancia, o crear estancias de tránsito, que nos preparen progresivamente para el cambio de visión, y nuestros ojos se acostumbren a ello sin dureza.
Fotografía: Jotun