Aunque son ya muchas las viviendas que han decidido prescindir de este elemento, a medida que el diseño nos aporta nuevas soluciones, la belleza de las bañeras cada vez queda más clara.
Esto hace que tomar la decisión de renunciar a ella nos cueste cada vez más, porque aunque la funcionalidad es la nota que debe dominar cualquier espacio, en ocasiones la belleza nos nubla la razón.
Es la vuelta a los orígenes, tanto en el diseño de la propia cubeta, como en el uso de determinados materiales, griferías…
Esta bañera destaca por el diseño de su cubeta, pero sobre todo por la profundidad de la misma.
En este caso las patas levantan la bañera del suelo. Es completamente recta por la parte superior, y el color azul la integra perfectamente en el ambiente en el que ha sido colocada.
Fotografías: Trentino