No, no es que hayamos perdido el balcón por el camino, pero lo cierto es que durante los días de verano y especialmente en vacaciones, cambiamos nuestro pequeño trozo de espacio exterior en casa, por el jardín, la playa, la piscina, el campo o cualqueir otro tipo de espacio exterior que nos encontremos al cruzar la puerta de nuestra casa.
Ahora que la rutina vuelve a instalarse en nuestras vidas y los momentos de ocio se reducen a nuestro escaso tiempo libre, el balcón vuelve a nuestras vidas para ofrecernos esos momentos de oxígeno y aire libre que necesitamos en determinados momentos del día. En él podremos disfrutar de placenteros y soleados desayunos antes de irnos a trabajar, de cenas a la luz de la luna cualquier día entre semana, de un momento de descanso después de comer...
Las vacaciones se acaban pero el buen tiempo todavía nos acompañará unas semanas más, así que vamos a tratar de estirar el verano todo lo posible disfrutando de todo lo que tenemos a nuestro alcance, porque pronto nos encontraremos en pleno invierno, y aunque con él vendrán grandes momentos y muchas cosas de las que disfrutar, el verano ya habrá quedado atrás.
Fotografías: Ikea
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Publicado el: 10-09-2014