Bacus es un gastro-bar en situado en Aguadulce, Almeria. Un luigar que ha unido enología y restauración, una carta de vinos distinta y extensa junto a pinchos “inolvidables”, una muestra en miniatura de la cocina de autor.
El proyecto consistió en reformar un antiguo bar típico de la zona, para dar un paso más allá, y no mostrar al público un bar más de los muchos que se pueden encontrar en la zona, sino que con su decoración buscaba cambiar el concepto de un bar típicamente almeriense y la diferenciarse del resto.
El proyecto recayó en Clysa, cuya idea más clara era que se debía abrir visualmente el local, romper las barreras y mostrar todo el espacio desde el acceso.
Con ello se conseguiría una imagen global del local, disfrutar de una amplitud visual y motivar al cliente final al consumo a ver que hay otras opciones al tapeo, como puede ser disfrutar tranquilamente de una botella sentado en una mesa en la zona de catas.
El local queda divido en cuanto a distribución en tres zonas principales según las necesidades del cliente. Zona de tapeo (o chateo), zona de comedor y por último al fondo una sala de catas y comedor privado para dos grupos de 6 personas o uno de 14, pero todas estas zonas están visualmente conectadas.
Así, la idea generadora del proyecto fue entender y visualizar todo el espacio desde el acceso y romper las barreras visuales. Las tres zonas se interelacionaran y el juego de colores y materiales esté presente en todas ellas.
Una gran barra de granito es la que toma el protagonismo del proyecto convirtiéndose en el volumen principal que nos muestra la dimensión espacial del local. Con ella recorreremos gran parte del local hasta el distribuidor que nos lleva a la sala de catas y comedor para grandes grupos, acceso a baños y cocina.
Se ha buscado una estética moderna pero cálida. Para ellos los materiales que se han utilizado son materiales nobles como la madera de teka blanqueada, la chapa de hierro sin tratar y la piedra, granito negro Zimbawe. Como contrapunto y para darle un toque más cool, planchas de metacrilato cubren el techo como un mar de vino, diferentes tonos Burdeos, en relación directa con el color del vino tinto.
Esta es otra de las técnicas que se han utilizado para mostrar un concepto global del espacio, ya que desde el acceso al local y hasta la zona de catas, las planchas del techo además de unificar las zonas también le aportan dinamismo, ya que va girando y variando su altura, otorgando al espacio mucho movimiento.
Las paredes están decoradas con los textos de las denominaciones de orígen, creando un sutil estampado realizado en vinilo del mismo tono gris que la pared, pero en brillo, una original forma de hacer una alegoría del vino.
En la sala de catas las protagonistas son dos grandes mesas de teka, en contrapunto con las sillas de Philippe Stark, que le aportan carácter al espacio. Ambas mesas emergen en esta sala con un gran muro de fondo de botellas retroiluminadas que cierran el ambiente creando una cálida luz que consigue producir un ambiente intimo y acogedor.
También se ha cedido una parte de protagonismo al uso de materiales reciclados en el proyecto. Un suelo de gres porcelánico reciclado de materiales cerámicos y virutas metálicas. La parte más decorativa del local se ha tratado con botellas recicladas, utilizadas para crear un separador físico entre la zona de tapeo y la de comedor.
Bacus se abre al exterior con una gran cristalera que nos deja ver su barra de granito como un bloque escultórico que se traslada al exterior a través de una planchad y hierro suspendida que se nos proyecta a la calle.
Por otra parte en su acceso a mano izquierda se cierra por una gran puerta de hierro pivotante totalmente opaca que nos da privacidad a las mesas de chateo y que a la vez nos muestra su gran dimensión, nos deja sentir en nuestras la robustez del material bruto, la materia prima, la nobleza del material…
Bacus se ofrece a sus clientes como un espacio para disfrutar en todos los sentidos.
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Publicado el: 19-03-2010