¿De qué color es el agua? A estas alturas de nuestra vida todos nos sabemos de memoria esa frase que cuando éramos pequeños nos hicieron repetir hasta la saciedad; “El agua es incolora, inodora e insípida”.
Entonces está claro, el agua no es de ningún color, sin embargo nuestra mente relaciona el agua directamente con el color azul, y cuando pensamos en agua, sobre todo en el agua de la piscina o en el agua del mar, nos viene a la cabeza una enorme gama de tonalidades azules.
Aquellos afortunados que al asomarse cada día por la ventana tienen el privilegio de poder ver ante sus ojos el mar, pueden contemplar un arco iris de colores que pasan por el azul marino, el azul turquesa, el azul ultramar, el aguamarina… y todos los derivados y transiciones de esta tonalidad.
Quienes viven en el interior, quizá puedan disfrutar de esa preciosa visión del mar durante sus vacaciones de verano, y para quienes no pueden hacerlo nunca… para ellos se inventó la inspiración. ¿Nos inspiramos en el mar?
Las fotos que hoy os mostramos son el ejemplo perfecto de cómo el mar y sus colores pueden servirnos de inspiración para recrear en nuestra casa los escenarios naturales que no podemos disfrutar en nuestro día a día. La visión del mar está solo al alcance de aquellos que vive en las zonas costeras, pero viendo estas imágenes podemos transportarnos mentalmente a la playa.
Podemos hacerlo con elementos tan cotidianos como las toallas. Mezclando toallas de diferentes tonos azules y colocándolas en el cuarto de baño, en un lugar bien visible.
Podemos hacerlo en la habitación de los niños, utilizando complementos textiles de diferentes tonos de azul. A ellos les encantará, pues el resultado además de tremendamente inspirador, es muy fresco y muy vital, y a los niños les encantará esa decoración en su dormitorio.
Si lo hacemos en nuestro propio dormitorio conseguiremos recrear un escenario de profunda calma, ideal para relajarnos y dormir a pierna suelta durante toda la noche, y durante el día, y gracias a la frescura de estos colores, conseguiremos que los días de calor la sensación térmica nos engañe la vista, y sea más fácil sobrellevar las altas temperaturas.
Podemos hacerlo en momentos puntuales del día, por ejemplo a la hora de comer, poniendo una mesa llena de complementos azules que nos hagan imaginar que estamos sobre el mar.
Fotografias: Zara Home
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Publicado el: 03-05-2013 | Autor: Olaia Pellón