Tener un salón decorado en tonos blancos o neutros es una auténtica suerte, porque en cualquier momento podremos cambiar por completo la decoración y el aspecto general sin apenas esfuerzo ni inversión.
Tan sencillo como acoplar sobre la misma base unos sencillos complementos textiles en el color que más te apetezca.
En este caso, sobre una base decorada en tonos blancos y beiges, una colección de cojines con diferentes estampados de colores azules y turquesas se ha encargado de cambiar por completo el aspecto del sofá.
Para coordinar por completo la decoración del salón, uno de esos estampados elegidos para confeccionar los cojines ha sido también el elegido para crear un estor con el que cubrir la ventana y conexionar de esa manera todos los elementos.
Fotografías: Jane Churchill