Cada vez es más habitual encontrar en la cocina un elemento decorativo que hasta ahora estaba relegado a las estancias de estar: la alfombra.
Una de las razones quizá sea que la madera es un tipo de revestimiento que desde hace unos años también constituye una opción en la cocina, y la alfombra protege este material más delicado que la clásica cerámica.
También resulta una opción de seguridad, ya que evita los resbalones que pueden derivarse de la humedad propia de las cocinas.
A medida que la cocina se concibe como una estancia más del hogar y no como un espacio de trabajo, los elementos de decoración empiezan a cobrar un mayor protagonismo.
Fotografía: Ikea